Saludos compañeros!
Hace unos días, conversando con un compañero de facultad,
estuvimos solucionando el mundo como de costumbre hasta que la conversación
llegó a la parte en la que abordábamos nuestras vidas e inevitablemente se tornó
un poco más sentimental de la cuenta, debido a que llegamos a la conclusión de
que estábamos viviendo un proceso social en el que las oportunidades para
jóvenes como nosotros brillaban por su ausencia y por lo tanto era inevitable
caer en el desánimo.
Recordamos que no hace mucho tiempo, cuando se respondía a la
pregunta acerca de la profesión que uno ejercía y se respondía con “soy Arquitecto”
o “Ingeniero de caminos u obras públicas” podías ver cierta admiración en aquel
que realizaba la pregunta. Hoy día esa “cara de sorpresa no ha desaparecido,
pero desgraciadamente va acompañada de la coletilla “Vaya panorama, ¿no?” y es lógico.
Digo lógico porque podría aventurarme a decir, que no
conozco a nadie en este sector en el que su trabajo no haya sido afectada por
estos tiempos que corren, es mayor o menor medida. Desde casos en los que no se
pierde el puesto de trabajo pero el salario se ve reducido considerablemente,
hasta el caso más grave que es la pérdida de dicho empleo.
¡Chaval! Todo los sectores están igual… (Suelen decirme) y
posiblemente así sea, pero el batacazo de la Ingeniería Civil no es comparable
con ningún otro, puesto que la inversión en infraestructura (siendo hasta hace
poco tiempo nula), había pasado de cosechar grandes beneficios debido a la
cantidad de proyectos emprendidos desde la administración al cierre total del
grifo.
Para sobrevivir, empresas líderes tanto en nuestro país como
en las distintas regiones del mismo, han invertido los recursos que le restaban
en la búsqueda de contratos fuera de España y por ende, si se busca fuera, no
se puede mantener lo de dentro, apareciendo una palabra que para jóvenes como
yo era totalmente desconocida…los ERES.
¿Qué es un ERE? Según Wikipedia, un “Expediente de
regulación de empleo”, pero yo, como hijo de un afectado por el mismo, tengo
otra visión un poco más radical y por supuesto, no acorde a dicha definición,
pero no voy a entrar en ello.
Como bien he dicho en el primer párrafo, el desempleo
juvenil hace mella en el ánimo de personas como yo, pero seguramente no pueda
compararlo con el sentimiento de los afectados por los ERES, en el que grandes
profesionales de la Ingeniería, con experiencia en su sector, fueron eliminados
rápidamente del ámbito profesional con consecuencias desastrosas para sus
carreras y vidas, puesto que la edad de muchos supuestamente los hace
acreedores de pocas posibilidades de reenganche.
Sé que habrá personas que ronden mi edad, que no estén de
acuerdo con el párrafo anterior, pero creo que la mentalidad acorde a la edad en
cada uno de los casos juega un papel destacado. Por naturaleza, el espíritu de
lucha y la capacidad de absorber golpes es mayor cuanto más joven se es, aunque
no siempre se cumple esta regla.
PRO ERECTUS nace de la mano de D. Manuel Gregorio Navarro,
Técnico en Topografía con amplia experiencia en el sector, el cual decidió crear una
plataforma/comunidad en la que tuvieran cabida principalmente aquellos
afectados por los ERES del sector de la construcción y obra civil, uniéndose
posteriormente las nuevas generaciones como yo. Ello ha permitido crear un
espacio en continua expansión, donde prime la solidaridad y apoyo entre sus
miembros, para que llegado el caso, pueda servir de lugar de promoción,
contacto y por qué no, lanzadera hacia el mundo laboral.
El mundo es de los valientes y la suerte hay que salir a
buscarla, pero con iniciativas como esta, todo puede hacerse un poco más fácil.
Yo solo puedo estar agradecido tanto a D. Manuel como a todos los integrantes
de dicha plataforma e invitaros a que conozcáis su espacio virtual.
¡Un saludo y gracias por vuestro tiempo!
(Click en la imagen para acceder al sitio web)
Gracias Manuel Fernández del Río.
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